Remedios Caseros para la Hepatitis

La hepatitis es la inflamación e inflamación del hígado causada por distintos factores tales como problemas inmunitarios en los que los anticuerpos atacan al hígado, infecciones por virus como los de la hepatitis A, B o C, bacterias, parásitos, el consumo de bebidas alcohólicas, el uso de algunos medicamentos como el paracetamol o el hígado graso.

Los síntomas de la hepatitis son dolor o distensión en la zona abdominal, orina turbia y deposiciones de color pálido o arcilloso, fatiga, fiebre baja, picazón, ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos), falta de apetito, náuseas, vómitos y pérdida inexplicable de peso. 

Hay algunos casos en los que la hepatitis puede ser asintomática, tales como la hepatitis B o C, especialmente si el paciente la sufre por vez primera. La hepatitis es una enfermedad delicada que puede mejorar rápidamente, pero que si no se somete a control médico puede degenerar en daño hepático severo, insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer de hígado.

REMEDIOS NATURALES PARA LA HEPATITIS

Si el paciente se somete al debido control y cuidado médico, puede superarla con tratamientos y algunos remedios caseros que se mencionan a continuación: 

Regaliz

La regaliz tiene propiedades eficaces para combatir la hepatitis B y C debido a sus características antioxidantes. Esta planta se debe aprovechar preparando una infusión a base de 25 gramos de raíz de regaliz con un litro de agua hirviendo. La dosis recomendada es de una taza por día y durante un tiempo máximo de un mes. 

Esta planta está contraindicada en casos de hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca o renal. 

Remolacha

La remolacha tiene propiedades antioxidantes y regenerativas especialmente eficaces para el cuidado del hígado. Esta puede mezclarse con otras frutas o verduras para mejorar sus efectos medicinales. Una de las mejores formas de aprovechar la remolacha para el cuidado del hígado en caso de hepatitis es licuando una remolacha con jugo de limón. 

Se debe ingerir inmediatamente ya que así se aprovechan mejor sus propiedades antioxidantes. 

Cerveza 

La levadura de cerveza tiene propiedades antiinflamatorias  y desintoxicantes eficaces para aliviar los síntomas de la hepatitis. Se debe consumir levadura de cerveza mezclada con una taza de leche descremada. La cantidad recomendada por taza es de dos cucharadas. 

No debe confundirse el consumo de levadura de cerveza con la bebida alcohólica, ya que esta perjudica al hígado, especialmente si se atraviesa un cuadro hepático como la hepatitis. 

Alcachofa 

La alcachofa inhibe la absorción de grasas y azúcares, lo que le puede ser de utilidad al hígado para regenerarse en especial si se sufre de hígado graso, hepatitis o cirrosis. Se debe consumir una alcachofa grande a diario, bebiendo posteriormente el agua en la que fue cocida por un lapso de dos semanas como máximo. 

Cúrcuma y Jengibre

Desde tiempos ancestrales el uso de la cúrcuma para todo tipo de tratamientos hepatorrenales ha sido ampliamente extendido en la medicina ayurvédica. Esta práctica ancestral hindú defiende la utilidad de la cúrcuma para el tratamiento y cuidado de los riñones y el hígado. 

La cúrcuma contiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la hepatitis. Esta puede utilizarse como especia en la comida, o bien se puede preparar un a infusión con cuatro cucharaditas por litro de agua. Bébase frío, por cuatro veces al día.

La cúrcuma tiene un sabor levemente picante y dulzón. Se recomienda endulzar con miel para mejorar el sabor, el cual podría ser desagradable para algunos paladares. Por su parte el jengibre es un excelente antibiótico y antiinflamatorio, que puede aprovecharse en infusiones. 

El jengibre es mucho más picante que la cúrcuma, aunque si se endulza su infusión es muy deliciosa. Se puede beber tanto frío, como caliente. 

Infusiones de hierbas varias

El diente de león es excelente para el cuidado del hígado, puesto que contiene mucho potasio, lo que estimula al sistema digestivo y aumenta la producción de bilis. Se debe preparar una infusión con hojas de diente de león y consumir tibia. Endulce con miel para un mejor sabor.

Otras hierbas con efectos similares y con las que se puede preparar una infusión son la artemisa (antiinflamatoria) y Té Verde (antibiótico y antioxidante). Estas se pueden mezclar entre sí para mejorar los efectos sobre el hígado. 

Aceite de Cástor 

El aceite de cástor contiene propiedades antiinflamatorias, hidratantes y refrescantes. Se puede aprovechar preparando una compresa tibia con este aceite y aplicarlo sobre la zona del hígado. 

Recomendaciones para prevenir la Hepatitis

Hay un dicho que dice “es mejor curarse en salud” esto alude directamente a la prevención, la cual es considerada por la gran mayoría de médicos como la mejor medicina para tratar cualquier afección, sea cual sea su naturaleza.  En atención a esto, se aconseja lo siguiente para reducir las probabilidades de sufrir la enfermedad: 

  • Evitar el consumo de bebidas alcohólicas puede ser una forma de cuidar el hígado de toda clase de enfermedades hepáticas, tales como la hepatitis. Estas bebidas pueden ocasionar irritación, inflamación y problemas hepáticos debido a su enorme contenido en toxinas y radicales libres.
  • En caso de contraer la enfermedad y esta sea ocasionada por un patógeno, debe evitarse el compartir productos de uso personal como hojillas de afeitar, cepillos de dientes, entre otros.
  • Lavarse bien las manos después de usar el baño o si se entra en contacto con fluidos corporales como sangre de una persona afectada por hepatitis. 
  • Evitar el consumo de alimentos o agua contaminada reduce las probabilidades de contagio de hepatitis. 

Dependiendo del tipo de hepatitis su nivel de gravedad puede variar. Debe consultarse con un médico cuál es el tratamiento adecuado para tratar esta enfermedad según el diagnóstico que se tenga, el cual se determina a través de distintos estudios tales como un examen físico, exámenes de sangre, ecografía abdominal, entre otros.

Hay que destacar que el tratamiento con remedios caseros no sustituye el cuidado médico y que esta enfermedad puede degenerar en problemas muy graves para la salud que podrían atentar contra la vida del paciente. La hepatitis puede ser la antesala de enfermedades como la cirrosis, el cáncer de hígado e insuficiencia hepática.

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