La rinitis alérgica es definida como un diagnóstico asociado a un cuadro sintomático que afecta directamente a la nariz y a las vías respiratorias. Normalmente se presentan cuando un individuo inhala algún elemento alérgico (polvo, caspa, polen, ácaros, etc.). La rinitis puede surgir también si se consumen alimentos a los que una persona pueda ser alérgica.
Los síntomas más comunes de la rinitis son picazón en la nariz, boca, ojos, garganta, piel o cualquier otra área, dificultad con el sentido del olfato, rinorrea, estornudo, ojos llorosos, nariz tapada, tos, oídos tapados, dolor de garganta, dolor de cabeza, fatiga e irritabilidad, entre otros.
Normalmente las alergias, en especial la rinitis ocasionada por polen (o fiebre del heno) son hereditarias. Las probabilidades aumentan cuando los padres de un individuo padecen la enfermedad, especialmente si se trata de la madre.
La rinitis debe controlarse con medicamentos farmacológicos. sin embargo, existen varios remedios caseros que pueden ayudar a superar con más rapidez los cuadros de rinitis.
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Solución Salina
La solución salina se prepara a base de sal y bicarbonato de sodio con un poco de agua tibia. Esta sirve para descongestionar las vías respiratorias, al eliminar el moco acumulado en la nariz. La Sociedad Médica del Estado de Wisconsin determinó a través de un Estudio Científico que la absorción salina nasal regular es capaz de mejorar los síntomas de la rinitis.
Solo son necesarias una cucharadita de sal y una pizca de bicarbonato sódico, que deberán ebullir con dos tazas de agua en una olla durante unos diez minutos. Posteriormente, se debe suministrar la solución en cada fosa nasal a través de un gotero, permitiendo que la solución fluya por todo el tracto respiratorio.
Vapor
Las inhalaciones de vapor son excelentes para despejar las vías respiratorias, ya que el propio vapor tiene la capacidad de desinflamar las vías respiratorias, facilitando la expulsión del exceso de mucosidad y cualquier irritación que deriva de la permanencia de la flema en ella.
Las inhalaciones pueden hacerse en compañía de hierbas como el eucalipto, el cual es sumamente efectivo como descongestionante, capaz de curar enfermedades infecciosas complejas como la sinusitis, sin necesidad de recurrir a la intervención quirúrgica. Otras plantas que pueden emplearse para este tratamiento son la menta o el romero.
Las inhalaciones se pueden realizar de tres a cuatro veces al día, por unos veinte minutos máximo, en aras de evitar la irritación de la piel del rostro debido a la exposición del calor. Es necesario dejar hervir unos dos litros de agua en compañía de las hierbas antes mencionadas o de su extracto.
Los baños con agua tibia generan un efecto similar, por lo cual son más recomendables en caso de niños.
Cúrcuma
La cúrcuma es una especia ampliamente valorada en la medicina tradicional hindú (conocida como ayurveda) debido a sus enormes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. De hecho, la cúrcuma es empleada de muchas maneras en la medicina tradicional de la India para curar todo tipo de enfermedades.
Para tratar la rinitis, se emplearán seis cucharadas de cúrcuma y miel para hacer una mezcla que debe consumirse dos veces al día como si de un jarabe para la tos se tratase. El tratamiento se extenderá durante toda la temporada de alergias. La leche tibia con cúrcuma durante las noches puede estimular y controlar al sistema inmunitario.
Regaliz
El regaliz es un arbusto empleado con gran frecuencia en la medicina tradicional china, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes. De hecho, se le conoce como cortisona natural en algunos círculos médicos y naturistas. La raíz de regaliz es indicada como tratamiento natural para la rinitis.
Se puede consumir en infusión, pastillas o extractos disponibles en cualquier farmacia o tienda naturista. En caso de hipertensión es necesario consultar a un médico antes de iniciar su consumo, igualmente en caso de estar sometido a algún tratamiento.
Vinagre
El vinagre blanco y su variante de manzana son eficaces depurativos, antihistamínicos y antibióticos. Se puede reducir la intensidad de los síntomas de la rinitis, pues desempeña un papel clave en la regulación del sistema de respuesta inmune causante de las reacciones alérgicas.
El vinagre debe consumirse mezclado con miel y zumo de limón. Preferiblemente, si es vinagre de sidra de manzana orgánico sin filtrar, ya que este contiene aún mejores propiedades que su homólogo blanco. La dosis recomendada es de tres veces al día durante la temporada de alergias o hasta vislumbrar mejoría.
Ortiga
La ortiga es un antiinflamatorio y antihistamínico ampliamente utilizado en la medicina alternativa para tratar toda clase de alergias como la rinitis. Esta proporciona un rápido alivio a la congestión, la tos, los estornudos y la comezón. La ortiga además tiene propiedades expectorantes, ya que es capaz de detener los episodios de tos violenta que la rinitis puede ocasionar.
Se consume una cucharada de hojas de ortiga en una taza de agua tibia. Se debe beber durante dos o tres días hasta que la rinitis mengue.
Los suplementos de ortiga son excelentes para tratar la rinitis (la dosis recomendada en este caso es de 600 mg al día). Es importante consultar al médico en caso de consumir ortiga puesto que podría ocasionar reacción con algunos medicamentos. Esta hierba está contraindicada en caso de embarazo, lactancia y/o niños pequeños.
Ajo
El ajo es antihistamínico gracias a su alto contenido en quercetina, el cual es eficiente para tratar la rinitis alérgica. Este bulbo además contiene propiedades antivíricas, antibacterianas, antibióticas y es un estimulante inmunológico de acción rápida. El ajo se consume puro, en una cantidad oscilante entre los dos o tres dientes de ajo diarios.
Existen varios suplementos y productos a base de ajo que se pueden incorporar al tratamiento y a la dieta diaria, que potencian los resultados del tratamiento para la rinitis. Se debe tener cuidado con el consumo excesivo de este debido al olor que puede rezumar.
Miel
La miel contiene cierta cantidad de polen, lo cual obliga al organismo a exponerse a cantidades reducidas de este alérgeno, lo cual le permite al organismo acostumbrarse a su presencia, permitiendo al sistema inmunológico reaccionar de mejor manera durante las temporadas de alergia. El polen de abeja es igual de efectivo para reforzar al sistema inmunológico.
Té Verde
El té verde contiene propiedades para la salud muy importantes, especialmente para tratar la rinitis por su condición antihistamínica, ideal para reducir la reacción alérgica en el organismo. Se puede consumir preparando dos tazas diarias de este té, o ingerirlo en extractos o comprimidos. El té verde no es recomendado en casos de hipertensión o anemia ferropénica.
Vitamina C
La vitamina C es un antihistamínico capaz de controlar las reacciones alérgicas con gran efectividad. Adicionalmente, la vitamina C es un estimulante del sistema inmunitario, lo cual es beneficioso ante la aparición de patógenos.
La vitamina C se encuentra en abundantes cantidades en cítricos como la naranja, el limón y la toronja, así como en frutas tales como el kiwi y las fresas. Incorporar frutas a la dieta diaria estimula positivamente al sistema inmunitario y lo blinda ante la presencia de patógenos y controla sus reacciones ante alérgenos.
Cuidados personales para la rinitis
Una manera de autoayudarse es tomar algunas medidas preventivas, así como asumir hábitos que ayuden a reducir las reacciones alérgicas. No solo basta con la aplicación de distintos remedios caseros, sino tomar en consideración algunos factores de higiene que se mencionan a continuación:
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Evitar los desencadenantes de rinitis
Algunos elementos pueden ser agravantes de la rinitis y una forma de evitar su aparición o persistencia es reduciendo la cantidad de ácaros y el polvo en el hogar. Esto se hace limpiando la casa periódicamente. Los especialistas recomiendan utilizar guantes y tapabocas de manera tal que el polvo no ocasione problemas.
Otra manera de reducir las probabilidades de contraer rinitis es controlando el moho que puede existir en el interior y exterior de la casa. Evitar la exposición al polen de las plantas y a los animales también es una manera eficaz de evitar este tipo de episodios.
Los lavados nasales son un importante método de cuidado personal, en especial si se trata de la fiebre del heno (rinitis causada por polen) o si esta es ocasionada por ácaros o polvo. La rinitis alérgica leve puede ser controlada con un lavado nasal realizado con solución salina.
La instalación de filtros de horno y aire acondicionado, así como un deshumidificador para secar el aire en el hogar son excelentes maneras para reducir la presencia del polvo y con ello las probabilidades de enfermar. Igualmente, los especialistas recomiendan limpiar constantemente los muebles y alfombras, para evitar la acumulación de polvo en ellos.
Referencias:
- https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000813.htm
- https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000547.htm
- https://www.lasprovincias.es/sociedad/salud/201603/01/remedios-caseros-para-combatir-20160301170656.html
- https://mejorconsalud.com/remedios-naturales-para-la-rinitis-alergica/