Jícama

Una vuelta a lo simple y natural ha hecho que la sociedad occidental gire su mirada unos 180° a lo que era su estilo de vida autodestructivo. En pleno siglo XXI cada vez son más las personas que intentan asirse de un estilo de vida saludable que prolongó no solo su vida sino también su juventud, y, sin lugar a dudas, la naturaleza nos brinda los más ricos y variados productos para que podamos conseguir un estado de salud óptimo, pues estos, en su gran mayoría, aportan beneficios innumerables a nuestra salud.

Ese es el caso de la jícama, un tubérculo mexicano que en la mayoría de las regiones de su país de origen se come como fruta aunque sea bastante similar a una papa o un nabo. Pero este tubérculo tiene una particularidad, contiene muy pocos almidones, aunque esta cualidad sea típica de los tubérculos y brinda un sin fin de micronutrientes esenciales para fortalecer y mejorar la salud.

Sin embargo, aunque es considerada un superalimento, es muy poco conocida, por lo que resulta bastante propicio indagar acerca de qué es este tubérculo, cuál es su origen exacto, ¿posee variedades? cuál es su valor nutricional y sus propiedades, y estas en que benefician a la salud realmente.

Jícama

¿Qué es la jícama?

La jícama es un tubérculo comestible y vale la pena aclarar que solo la raíz de esta planta es comestible, puesto que la cáscara, las hojas y los tallos de la misma resultan tóxicas para el organismo.

El color de la cáscara de la jícama es entre marrón y dorado pero su interior es blanco, el cual posee un sabor dulce y una textura crujiente, es como si se mezclara una manzana y un boniato, aunque hay quienes dicen que tienen ciertas notas de nuez. Su forma es bulbosa y se puede consumir tanto cruda como cocida.

Suelen conseguirse jícamas que pesan entre 500 gramos y 2 kilos y medio, aunque eso no excluye el hecho de que se puedan encontrar jícamas de hasta 22 kilos, y 2 metros de longitud, aunque sean raros.

El origen de su nombre proviene de náhuatl y significa raíz acuosa, y justo es su 90% de humedad lo que hace honor a su nombre. También es conocida como papa mexicana o nabo dulce y es uno de los cuatros alimentos protagonistas en la celebración más importante del pueblo mexicano: el día de los muertos.

Para escoger bien una jícama, es necesario tomarlas firmes y redondas, para luego almacenarlas en un lugar frío y seco, con poca luz, pero evitando el refrigerador para que no ganen más humedad.

Las mismas no deberán ser almacenadas durante mucho tiempo porque de ser así el poco almidón que contienen se convertiría en azúcar. Para consumir las jícamas es importante lavar bien la cáscara antes de que la misma sea pelada para así no contaminar la pulpa, puesto que todas las otras partes de la planta son tóxicas para el consumo humano.

Otros nombres por los que se conoce la jícama son: nabo mexicano, nabo chino, castaña de agua mexicana, papa mexicana y frijol ñame. La jícama se consume regularmente sazonada con chile en polvo y varias especies, o también con jugos de frutas.

De igual manera puede prepararse en una sopa y algunos platos salteados, aunque cocinarla por mucho tiempo altera su composición nutricional, por lo que existe también la opción de secarse en rodajas y usar en sustitución de las papas fritas, untándose inclusive con salsas, y también puede utilizarse como guarnición o como elemento extra para enriquecer una ensalada.

Origen de la jícama

Esta planta encuentra su origen en el país azteca, donde de hecho se toma su nombre, el cual procede de la lengua náhuatl donde se le nombró xicama, que significa literalmente raíz acuosa ya que era un tubérculo muy jugoso y dulce.

Pero México no es el único lugar donde se cultiva este tubérculo, ya que con la expansión colonial, los conquistadores al ir por diferentes lugares comercializando los productos encontrados en el nuevo mundo, y, teniendo la jícama no solo un alto costo sino también un gran acogimiento, comienza a sembrarse primeramente en Filipinas, hasta ir abarcando toda Asia y algunos lugares de Europa.

Lastimosamente por el desconocimiento de esta raíz y sus propiedades, se descubrió su toxicidad tras experimentar decesos a causa del consumo de los tallos de esta planta. Esto incentivo estudios al respecto y hoy día se sabe que solo el interior del tubérculo es realmente comestible.

Tipos de jícama

La variedad de la jícama no es tan amplia, pues solo podemos encontrar dos tipos de la misma: la jícama de leche y la jícama de agua, siendo este último el preferido y el que más fácilmente se consigue en los mercados. La jícama de agua tiene una forma más redondeada y el jugo que se extrae de ella es translucido.

Por otra parte, la jícama de leche es más bien un poco alargada y el jugo que se extrae de este tipo tiene un color más blancuzco. Lo cierto es que aunque se considere un poco más dulce la jícama de agua, se pueden utilizar ambos tipos que gozan de los mismos nutrientes y otorgan los mismos beneficios.

Valor nutricional de la jícama

Este vegetal tan versátil es rico en vitaminas y minerales beneficiosos para la salud, además es un tubérculo rico en fibra dietética y aminoácidos tan valiosos como la histidina, la treonina, la isoleucina, la valina y la lisina, y, aunque es tubérculo, su aporto calórico es realmente insignificante, por lo que no solamente es nutritiva sino también muy favorecedora para aquellas personas que buscan perder algo de peso.

Específicamente podemos encontrar en 100 gramos de jícama los siguientes nutrientes:

  • Calorías – 38 kilocalorías
  • Agua – 90,07 gramos
  • Carbohidratos – 8,82 gramos
  • Azúcar – 1,8 gramos
  • Fibra – 4,9 gramos
  • Grasa – 0,09 gramos
  • Vitaminas
    • Vitamina B2 – 0,028 miligramos
    • Vitamina B5 – 0,121 miligramos
    • Vitamina B6 – 0,04 miligramos
    • Vitamina B9 – 8 miligramos
    • Vitamina C – 14,1 miligramos
    • Vitamina E – 0,46 miligramos
  • Minerales
    • Cobre – 0,046 miligramos
    • Fósforo – 16 miligramos
    • Hierro – 0,57 miligramos
    • Magnesio – 11 miligramos
    • Manganeso – 0,057 miligramos
    • Potasio – 135 miligramos
    • Sodio – 4 miligramos
  • Aminoácidos
    • Histidina – 0.019 gramos
    • Valina – 0,022 gramos
    • Treonina – 0,018 gramos
    • Isoleucina – 0,016 gramos
    • Leucina – 0,025 gramos
    • Lisina – 0,026 gramos

Propiedades de la Jícama

Cómo se puede observar en la tabla nutricional, 100 gramos de jícama hacen un aporte calórico realmente pobre, de apenas 38 kilocalorías y además el 90% de su peso total es agua, sin mencionar que aporta el 16% de la fibra dietética que debe ingerirse a diario.

Por esta razón, la primera propiedad a resaltar de la jícama es que es un excelente aliado a la hora de organizar una dieta para bajar de peso, puesto que es un vegetal que produce un alto efecto saciante a quien la consume con un realmente bajo aporte calórico, fungiendo a la par como diurético por su alto contenido en agua, que, mantendrá hidratado a su consumidor.

Un dato muy interesante de la jícama, es que este tubérculo es de los pocos vegetales que contienen altas dosis de vitamina C en su interior, la porción apropiada de consumo diario es una taza de jícama, la misma, incluye el 47% de la ingesta diaria recomendada de esta vitamina antioxidante tan favorable para la salud y que el organismo no está en capacidad de producir por sí solo.

Gracias a este alto contenido de vitamina C, sumado a otros elementos, se ha demostrado a través de algunos estudios realizados en Tailandia, que el consumo de jícama combate los resfriados y ciertos tipos de virus como el herpes.

Otra de las propiedades vitales de este vegetal, se encuentra en su contenido de fibra dietética. La jícama otorga al organismo una cuarta parte del requerimiento diario de fibra, pero la fibra que contiene este tubérculo es del tipo soluble, lo que significa que aunque proviene de la fructosa, no es un azúcar que se metabolice en el cuerpo.

Esta fibra se llama inulina, y la misma resulta muy favorable para la salud, pues funge como prebiótico en el tracto digestivo, permitiendo el desarrollo de una flora bacteriana intestinal favorable para mantener un colon sano y evitar así el desarrollo de enfermedades tracto-digestivas, como por ejemplo la inflamación abdominal, el estreñimiento, la acidez, etc.

Además, se cree que este tipo de prebióticos aumentan en el organismo la protección contra la mutación celular y el posible desarrollo de tumores en el interior de los órganos gástricos.

Por supuesto, los beneficios que aporta esta fibra contenida en la jícama no se limita a la salud digestiva, también es una excelente colaboradora en la salud cardiovascular, pues, desvía la oxidación del colesterol de baja densidad o colesterol bueno, y evita la acumulación del colesterol malo en el organismo, promoviendo así los buenos niveles de colesterol en la sangre.

Bien es sabido que una dieta rica en fibras mejora la salud de las arterias y reduce la inflamación de las mismas y a la par previene enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y la hipercolesterolemia. Esta fibra junto al potasio que la jícama también contiene, ayudan al organismo a mejorar la circulación y la salud de los vasos sanguíneos y en especial a lograr un mejor control de la glucemia.

La jícama además es una buena fuente alimentaria de antioxidantes, por lo que su consumo ayuda a prevenir el daño celular y a combatir los radicales libres que generan el estrés oxidativo que propicia el envejecimiento y muerte prematura de las células deteriorando así los órganos porque las mismas no logran completar sus funciones, produciéndose finalmente distintos tipos de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, falla hepática, etc.

En efecto, en una taza de jícama podemos encontrar casi la mitad de nuestras necesidades diarias de vitamina C, pero también conseguimos vitamina E, betacarotenos y Selenio, siendo todos estos micronutrientes antioxidantes por naturaleza.

Es por ello que los nutricionistas recomiendan dietas ricas en antioxidantes para combatir de manera efectiva el estrés oxidativa y prevenir verdaderamente el desarrollo de enfermedades crónicas, ya que ciertos estudios han emparejado los antioxidantes propios de las frutas y verduras a un riesgo menor de llegar a padecer Alzheimer, obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.

Además, la jícama contiene numerosos nutrientes que son aliados que mejoran la salud del corazón, por ejemplo, la fibra soluble que contiene ayuda favorablemente a reducir los niveles de colesterol evitando que la bilis sea reabsorbida en los intestinos y obligue al hígado a producir más colesterol.

De hecho, en una revisión de diversos estudios se observó que la ingesta de fibra disminuyó de manera significativa el colesterol total y el colesterol LDL. De igual modo, su contenido de potasio ayuda de manera efectiva a disminuir la presión arterial ya que relaja los vasos sanguíneos.

Vale la pena señalar que al disminuir la presión arterial se protege el corazón y se disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. De igual modo, la jícama contiene hierro y cobre, minerales esenciales para mantener la salud de los glóbulos rojos, mejorando como consecuencia la circulación sanguínea.

En efecto, en un estudio realizado a adultos sanos en el que se les daba a consumir medio litro de jugo de jícama a diario, se concluyó que el consumo de este jugo disminuye considerablemente el riesgo a desarrollar trombos o coágulos sanguíneos.

Otra cualidad que se le ha atribuido a la jícama en los últimos tiempos es el de alimento anti cancerígeno, y este mérito se lo ganó debido a su alto contenido de antioxidantes.

Sumada a los que ya se han nombrado y que combaten efectivamente los radicales libres, encontramos una fibra prebiótica llamada inulina, la cual protege al colon de desarrollar cáncer, pues es un tipo de fibra que actúa como antioxidante que protege el revestimiento intestinal.

La jícama posee cantidades significativas de vitamina B6, la cual se ha relacionado por la comunidad médica y científica como agente preservados de la salud cerebral y potenciados de las capacidades cognitivas. Y por si fuera poco, esta vitamina se encarga de descomponer las proteínas en aminoácidos, por lo que maximiza los procesos metabólicos del organismo y por tanto el buen funcionamiento de muchos de nuestros órganos.

 

REFERENCIAS

  • https://www.healthline.com/nutrition/jicama-nutrition-benefits#section8
  • https://www.medicalnewstoday.com/articles/324241.php
  • https://www.organicfacts.net/health-benefits/vegetable/jicama.html
  • https://alimentossaludables.mercola.com/jicama.html
  • http://elpoderdelconsumidor.org/analisisdeproductos/poder-la-jicama/
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Pachyrhizus_erosus

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