Siendo protagonista de mucho de los remedios caseros, el aloe vera cuenta con un sinfín de seguidores a causa de sus bondades y aunque es muy similar al cactus, esta planta en realidad es familia de los más hermosos lirios.
Se le adjudican propiedades terapéuticas de todo tipo, pero su mayor demanda se encuentra en la industria de la cosmética donde cada día se hace más popular, ignorando quizás que este era el secreto mejor guardado de las mujeres más hermosas de la antigüedad.
Pero aunque crece de forma silvestre en muchos lugares, el aloe vera no es conocido por todos, y mucho menos son conocidos sus atributos, por esa razón y tratando de dilucidar cuales son los verdaderos beneficios que posee, daremos un vistazo a qué es el aloe vera, cuál es su origen, donde se cultiva mejor, cuántas variedades existen, cuáles son sus propiedades y cómo podemos utilizarla para mejorar nuestra salud.
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¿Qué es el Aloe Vera?
El aloe vera se conoce más comúnmente como sábila, cuyo nombre en voz árabe se produce como Sabaira, lo que literalmente se traduce como amargo. Su género científico, el cual es aloe, también procede de otra palabra árabe Alloeh que significa a su vez sustancia brillante amarga.
Esta planta es una de las especies que forma parte de la gran familia de los lirios. Se trata de un arbusto de tallo corto, de unos 30 centímetros. Este tallo está cubierto de hojas que miden entre 40 y 50 centímetros de largo por 5 u 8 centímetros de ancho y su agrupación es de hasta 20 hojas. Estas hoja se encuentran juntas pero estrechamente y además son dentadas pero nada que pueda lastimar, pues apenas alcanzan los 2 milímetros y aunque son un tanto gruesas y duras, no son punzantes.
Estas hojas son gruesas y carnosas ya que retienen el agua, su forma es cóncava por la parte de arriba y por la parte de abajo son convexas. Una de estas hojas puede llegar a pesar hasta 1 kilo y medio, pero esto es una adaptación a las tierras extremadamente secas. Las raíces de esta planta son más o menos cortas y se extienden por la tierra en forma plana.
El aloe se cultiva muy bien en arenales y peñascos costeros que se encuentren a unos 200 metros de altitud del nivel del mar. Además de ambientes similares a los de Arabia, el aloe vera se cultiva muy bien en regiones subtropicales y en las templadas de ambos hemisferio, esto incluye el mediterráneo, lo importante es que sea donde sea que se cultive debe ubicarse a pleno sol y donde no llegue a tener exceso de agua, ni las temperaturas desciendan los 0°C.
Este tipo de arbustos también se pueden cultivar como plantas ornamentales y para ello es ideal utilizar macetas de terracota ya que estas, debido a su porosidad, evitan el exceso de humedad. Asimismo se debe cuidar que la planta se seque completamente antes de volverla a regar. Sin embargo, vivir en una zona fría no es limitante, pues se puede cultivar en invernaderos o tenerla bajo techo en un lugar con calefacción.
Los lugares donde se cultiva la sábila a gran escala son en Bangladés, Australia, Cuba, República Dominicana, China, India, México, Jamaica, Venezuela, Colombia, Kenia, Sudáfrica, Tanzania y Estados Unidos, este último la cultiva para abastecer la industria cosmética. En España se puede cultivar pero en las zonas más cálidas, por ello Córdoba es su principal productora, aunque en Canarias se encuentra es estado salvaje.
Algo muy importante de señalar es que para gozar de las virtudes del aloe es necesario que la planta sea adulta, adultez que alcanza a los 3 años de su plantación.
Origen del aloe vera
Aunque su origen es un poco incierto, se considera que el aloe vera se originó en Arabia y tanto al norte como el sur de África, pues es en estos lugares secos y muy cálidos donde más abunda. También es posible encontrarla en muchos lugares del continente asiático, especialmente en la India, donde de hecho es una planta de mucha importancia para esta cultura e incluso considerada sagrada no solo para los hindúes sino también para muchas culturas.
En una de las culturas más antiguas de la humanidad, ya se reseñaba en tablillas escritas en sumerio tanto su cultivo como su uso. En Egipto se estimaba como una planta sagrada, cuyo fin era medicinal, pues su nombre se hallaba escrito en el libro de los remedios, el cual fue plasmado en dibujos de algunos templos egipcios hace unos 3500 años a.C.
El nombre que se le adjudicaba al aloe en el antiguo Egipto era el de planta de la inmortalidad. Las egipcias usaban el aloe para nutrir su piel, tanto Cleopatra como Nefertiti aprovecharon en gran manera sus virtudes para acrecentar su belleza. También se llegó a reportar que Alejandro magno utilizaba su cristal para sanar las heridas de sus soldados.
Variedades del Aloe Vera
En la actualidad ya se han clasificado 250 variedades de Aloe pero de estas se consideran solo 4 de estas poseen cualidades medicinales significativas, pero son 10 los tipos de aloe que más se conocen, entre los cuales podemos encontrar:
- Aloe arborescens. Este aloe es de origen africano y se conoce por otros nombres como planta pulpo, aloe candelabro, aloe arborescente. Sus hojas son verdes, y su forma puntiaguda, además son muy carnosas y sus bordes dentados. Cuando florea en invierno, sus flores son de color naranja. Esta variedad es la más común de Aloe que existe y solo se necesita regar una vez a la semana.
- Aloe barbadensis. Este es el nombre técnico de la sábila, también conocida como Aloe de barbados. Este es el tipo de aloe con propiedades medicinales más significativas y para diferenciarla del resto, se puede notar que mientras esta planta es joven tiene pequeñas manchas que van desapareciendo a medida que se vuelve una planta adulta. Este tipo de aloe se utiliza en la industria cosmética para producir bálsamo labial y ciertos productos de higiene.
- Aloe brevifolia. A esta variedad también se le conoce como diente de cocodrilo y es que sus hojas son triangulares y punzantes y tiene ciertos márgenes entre los dientes que la asemejan a la dentadura de un cocodrilo. Durante la primavera esta especie florece y sus tallos florales alcanzan 50 cm de alto sosteniendo flores rojas en forma de campana estrecha.
- Aloe aristata. Siendo el tipo de aloe más pequeño, su rosetón alcanza apenas los 30 centímetros de diámetro en su espécimen más grande. En esta especie hay que tener mucho cuidado de no regarla demasiado porque sus hojas podrían podrirse. En verano se debe regar una vez a la semana y en invierno no hay necesidad siquiera de regarla.
- Aloe ciliaris. Esta variedad posee hojas verdes y estrechas, igualmente dentadas, pero su longitud alcanza los 20 y 25 centímetros. Al florecer brotan unas flores tubulares colgantes de color amarillo, y, aunque florece durante el invierno y la primavera, esta especie es muy resistente a la sequía.
- Aloe ferox. Este tipo de aloe se diferencia muchísimo del resto porque su tallo puede alcanzar hasta los 2 metros de altura, y en algunos casos superarlos. Sus hojas son grandes y de color verde, las cuales llegan a medir hasta 1 metro de largo y 15 centímetros de ancho. Estas hojas son igualmente puntiagudas y carnosas, provista de dientes en ambas caras. Las flores por su parte son pequeñas y tubulares, de un color que oscila entre rojo y naranja con algunas manchas marrones y suelen aparecer durante el invierno.
- Aloe saponaria. Esta especie es la variedad de aloe que se denomina pita real y es uno de los tipos más comunes que existen. Sus hojas dispuestas en rosetas de igual forma, tienden a ser anchas y realmente carnosas. El color que posee pudiera ser verde azulado o pardo rojizo con ciertas manchas color crema, cuyos bordes son espinas de color marrón.
- Aloe variegata. Esta variedad es ideal para tenerla en casa, pues su tamaño no es mayor a 20 centímetros de ancho y es muy vistosa, pues sus hojas tienen pequeñas manchas blancas. Además, sus flores son de un color rosa salmón y miden unos 3.5 centímetros de longitud. Esta especie florece en invierno y primavera y a diferencia de las otras, no necesita tanto sol, otra razón por lo que se le da muy bien vivir en interiores.
- Aloe striata. La forma de esta variedad parecen ser rosetas encajadas que alcanzan los 45 centímetros de diámetro y es entre estos 10 tipos la única que no tiene hojas dentadas o espinosas. Cuando florece nos puede regalar racimos de flores de color naranja con forma acampanada, cuyos tallos son de gran tamaño.
- Aloe Juvenna. Esta variedad se caracteriza por ser bastante similar al aloe más común pero a diferencia de que esta es miniatura. Sus hojas son de color verde con pequeñas motas blancas y también sus espinas son pequeñas. Este tipo de aloe crece en forma vertical y es de todos el que mejor se adapta a los climas más cálidos, no por nada se desarrolla mejor en verano y primavera. Algo importante al respecto de esta variedad, es que esta especie no soporta las heladas. Sus flores se dan sobre una varita de gran tamaño y estas son pequeñas y acampanadas de un color entre rojo y anaranjado.
Propiedades y beneficios del Aloe vera
Diversos estudios han logrado comprobar que el aloe vera contiene vitamina A, C y E, así como vitamina B1, B2, B3, B6 y B9. Además también es rica en minerales como el Calcio, Selenio, Potasio, Sodio, Magnesio, Zinc, Cobre y Manganeso. De igual manera se considera que el aloe ayuda a equilibrar el cuerpo en especial cuando los hábitos alimenticios incurren en exceso de proteínas animales, productos refinados, alcohol, gaseosas, pues el consumo de aloe alcaliniza el organismo.
De igual manera el aloe contiene ácidos grasos como los son los tres tipos de esteroles vegetales que posee, los cuales ayudan a disminuir las grasas del torrente sanguíneo y que al mismo tiempo son útiles para disminuir tanto los síntomas de alergia como los de la indigestión ácida, siendo esta última cualidad posible gracias a los aminoácidos que producen las enzimas adecuadas.
Es importante destacar que el tipo de aloe más óptimo para el consumo humano es el aloe barbadensis, pues algunas de las otras especies pueden llegar a ser tóxicas.
El principal uso del aloe vera es tópico, pues es muy útil para curar diversas afecciones cutáneas, como las heridas, las quemaduras, la psoriasis, incluso es de gran ayuda para cicatrizar las heridas quirúrgicas y las picaduras de insectos. De hecho, el aloe puede incluso mantener fuertes las células más profundas de la piel, así como también hidratar la piel gracias a su alto contenido de agua, lo que ayuda en gran manera a su rejuvenecimiento.
Por otra parte, el aloe se usa como potenciador inmunológico, ya que tiene un alto contenido de antioxidantes que impiden el desarrollo de bacterias y microorganismos patógenos, por lo que ayuda a eliminar infecciones virales y fúngicas.
Al ingerir aloe también se estará ayudando al sistema digestivo, pues lo limpia y lo calma, ayudando a mejorar la digestión, manteniendo la flora intestinal sana disminuyendo las bacterias perniciosas del intestino.
Otra cualidad que se le adjudica al aloe es el de alimento adelgazante, pues al ayudar a eliminar toxinas de nuestro cuerpo y esto es posible a que su gel al pasar por el tracto digestivo absorbe los desechos y las toxinas que pudieran estar almacenadas en nuestro cuerpo. En efecto, el aloe también se utiliza como laxante.
Como bien se ha mencionado, la industria cosmética es la que mejor partido ha sacado de las propiedades del aloe, pues además de su efecto sobre la piel, el gel de sus hojas también es efectiva para eliminar las células muertas del cuero cabelludo que impiden el crecimiento del cabello, y a la par el aloe nutre e hidrata las hebras del cabello, todo esto hace que el cabello deje de caerse y crezca rápidamente y con mucha fuerza.
Asimismo, muchas son las cremas que contienen aloe entre sus ingredientes, especialmente los productos desmaquillantes y anti estrías. Pero lo cierto es que el gel del aloe por sí solo es un excelente desmaquillante que además es 100% natural que además hidrata y alivia cualquier tipo de irritación cutánea y por si fuera poco sella los poros y elimina el acné. Utilizarla de este modo es muy sencillo, solo se debe empapar el algodón en su gel y frotarlo sobre las zonas del rostro que estén maquilladas, eso sí, no debemos olvidarnos de lavar la cara al finalizar con un jabón neutro y agua tibia.
Sin embargo, sus virtudes no pueden ser aprovechadas por todos, pues está contraindicada durante la infancia, el embarazo y la lactancia. Tampoco puede ser ingerida por personas que tengan los ovarios inflamados o sufren de hemorroides, cistitis, disentería, apendicitis o nefritis.
REFERENCIAS
- https://ibizaloe.com/tipos-de-aloe-vera/
- http://hablemosdeflores.com/sabila-planta-medicinal/
- https://www.aloe-medical-group.com/es/aloe-vera/botanica.html
- https://es.wikipedia.org/wiki/Aloe_vera
- https://www.ecoagricultor.com/beber-jugo-aloe-vera-sabila/