Hoy en día el aceite de lavanda es uno de los aceites esenciales más populares. Extraído de la planta de lavanda, esta sustancia puede ser consumida oralmente, aplicada tópicamente o inhalada como aromaterapia.
El aceite de lavanda tiene una gran cantidad de efectos positivos para la salud: su uso tiene un impacto positivo en el estado de la piel, el cuidado del cabello y el bienestar del aparato digestivo.
El aceite de lavanda es reconocido por su multiplicidad de usos y beneficios: promueve la relajación del sistema nervioso, previene y combate infecciones causadas por hongos así como trata los síntomas de las alergias, la depresión, el insomnio y diversas afecciones cutáneas.
Según un estudio publicado en un medio especializado en medicina alternativa, los principales componentes del aceite de lavanda son el acetato de linalilo, el linalol, el lavandulol, el 1,8-cineole, el acetato lavandulilo y el alcanfor. Los componentes activos más importantes del aceite de lavanda son el acetato de linalilo, que conforma un 51% de la composición total del aceite, y el linalol, que constituye otro 35%.
Según el mismo estudio, el aceite de lavanda se diferencia de la mayoría de los aceites esenciales en el hecho de que su administración oral si es recomendada, así como su aplicación tópica no diluida. El uso de esta sustancia se remonta miles de años atrás, con aplicaciones tanto terapéuticas como cosméticas.
Historia del uso de aceite de lavanda
Durante más de 2500 años el aceite de lavanda ha sido el aceite esencial de mayor uso alrededor del globo.
La lavandula angustifolia, la planta de la que se obtiene el aceite de lavanda, es un arbusto perenne común de los climas oceánicos. Se desarrolla principalmente en terrenos secos, con suelos rocosos y arenosos. Así, la planta de lavanda puede ser encontrada en la región mediterránea, así como en otros lugares de Europa, África, el Medio Oriente y la India.
Gracias a sus propiedades aromáticas, esta planta recibió su nombre derivado del latín “lavare”, que significa literalmente “lavar”: los extractos esenciales de lavanda eran ampliamente utilizados en baños y en la lavandería. Además de sus usos cosméticos, el aceite de lavanda era comúnmente utilizado por sus propiedades calmantes y relajantes.
En el antiguo Egipto, la lavanda era empleada en los rituales de momificación, así como en la perfumería. Los romanos empleaban esta planta aromática en sus preparaciones culinarias y en sus elaborados baños. En tiempos medievales, la lavanda empezó a formar parte de la elaboración de fármacos y remedios, así como de perfumes, jabones y saborizantes.
¿Cómo se obtiene el aceite de lavanda?
La calidad del aceite de lavanda se ve afectada directamente por las condiciones de cultivo de la planta de la que es extraído. Factores como la estación, el clima, los niveles de humedad y la exposición al sol tienen un efecto directo en las cualidades de la sustancia resultante.
Uno de los factores más importantes a tomar en cuenta en el cultivo de lavanda es la calidad del suelo: una alta concentración de nitrógeno en el suelo puede afectar gravemente el desarrollo de la planta y sus flores, lo que afecta la producción de aceite de la misma.
Los aceites esenciales de la lavanda se encuentran contenidos en glándulas microscópicas presentes en los anillos exteriores e interiores de los pétalos de las flores, así como las hojas, tallos y ramas del arbusto. El momento ideal para cosechar la lavanda es cuando las flores han florecido completamente.
El proceso de destilación de la lavanda tiene un impacto directo en la calidad del aceite resultante. Según la temperatura y la presión aplicadas a las flores durante el proceso, la estructura de las moléculas del aceite de lavanda podrían variar, alterando sus propiedades.
El aceite de lavanda de la más alta calidad es aquél que es extraído mediante destilación al vapor de únicamente las flores frescas de lavanda. Algunas personas relacionan el color resultante del aceite de lavanda con la calidad del mismo, apreciando más aquellas sustancias claras y con un olor más penetrante.
Usos del aceite de lavanda
Ya se ha mencionado que el aceite de lavanda es considerado el aceite esencial más popular. Los usos de esta sustancia son amplios y variados. Sus aplicaciones terapéuticas van desde la inhalación, el consumo directo y la aplicación tópica. Como cosmético, es especialmente apreciado por su fragancia y sus distintas propiedades. A continuación, se explican cuales son los principales usos del aceite de lavanda:
- Medicinal: el aceite de lavanda es reconocido por tener potentes efectos antibacteriales. Su uso tópico tiene un efecto positivo en el alivio de los espasmos y la tensión muscular, la desinfección y la reducción de la inflamación de las heridas causadas por mordeduras de insectos.
El uso de aceite de lavanda también es capaz de aliviar la irritación y promover la cicatrización en la piel.
- Aromaterapia: la inhalación de los vapores de lavanda es capaz de reducir los niveles de estrés disminuyendo la liberación de cortisol, la hormona del estrés. Gracias a la reducción de esta hormona, el sistema inmunológico también se ve fortalecido gracias al uso de este aceite esencial.
De igual forma, el uso de aceite de lavanda en aromaterapia puede tener un efecto positivo en el combate del insomnio y la depresión gracias a sus propiedades relajantes.
El efecto de la lavanda en la reducción del estrés emocional puede ayudar a combatir los síntomas de la ansiedad y combatir las migrañas relacionadas con esta condición.
- Cosmético: el uso tópico del aceite de lavanda puede tener un impacto positivo en la contextura de la piel, siendo una fuente de hidratación capaz de disminuir las señales del envejecimiento. De igual forma, la aplicación de esta sustancia puede ayudar a combatir el acné, y sus propiedades antioxidantes son capaces de tratar afecciones cutáneas como los eczemas y la psoriasis.
Aplicado en el cuero cabelludo, el aceite de lavanda puede ayudar a combatir los piojos, así como eliminar los rastros de la caspa y la resequedad.
Gracias a sus propiedades beneficiosas, el aceite de lavanda forma parte de los ingredientes activos de gran cantidad de productos cosméticos: shampoos, jabones, aditivos para el baño y lociones para masajes aprovechan las propiedades de esta sustancia.
Beneficios del uso de aceite de lavanda
El uso regular de aceite de lavanda puede brindar beneficios para el cuerpo humano en distintas dimensiones. Terapéuticamente, este aceite esencial puede promover la relajación y el alivio del estrés físico y emocional. Como tratamiento de heridas y picaduras, el aceite de lavanda es un poderoso antiinflamatorio y desinfectante. A continuación se explican cuales son los principales beneficios del uso de aceite de lavanda:
- Combate del acné: gracias a sus propiedades antisépticas, el aceite de lavanda es capaz de eliminar las bacterias responsables de los brotes de acné. Además, esta sustancia es capaz de desobstruir los poros y disminuir la inflamación de la piel del rostro.
Sus propiedades desinflamatorias lo convierten en un aliado ideal el combate contra espinillas y barros. Para utilizar aceite de lavanda en el rostro se recomienda diluirlo ligeramente en un aceite portador, para evitar posibles irritaciones.
- Alivio de los eczemas y la piel reseca: los eczemas afectan la piel dejándola reseca, produciendo descamamiento y comezón en la zona. Las propiedades antifúngicas del aceite de lavanda pueden atacar directamente el origen de los eczemas. Las propiedades desinflamatorias ayudan a aliviar los molestos síntomas.
Para el tratamiento de la psoriasis, el aceite de lavanda puede ayudar a mantener la piel limpia y disminuir el enrojecimiento y la irritación.
- Aclarado de la piel: para casos de hiperpigmentación, que pueden ser resultado de la sobreexposición al sol o cambios hormonales durante el embarazo o el consumo de anticonceptivos, el aceite de lavanda puede ayudar a recuperar el tono natural de la piel. Sus propiedades desinflamatorias son ideales para el tratamiento de la piel descolorida o manchada.
- Reducción de la apariencia de las arrugas: los abundantes antioxidantes presentes en el aceite de lavanda son especialmente efectivos en el combate de la acción de los radicales libres. Estos compuestos son responsables de la aparición de líneas de expresión y las arrugas en la piel del rostro.
El efecto hidratante del aceite de lavanda también ayuda a disminuir las señales del envejecimiento, siento un gran tonificante para la piel.
- Analgésico y desinflamatorio: el efecto relajante y adormecedor del aceite de lavanda puede ser aprovechado para el alivio del dolor. Sus propiedades desinflamatorias son increíblemente efectivas en el tratamiento de los dolores asociados a la inflamación.
Para el tratamiento de la piel insolada, la lavanda puede ser mezclada con otros aceites como el de coco para aliviar la inflamación.
- Tratamiento de las heridas: investigaciones han demostrado que el aceite de lavanda promueve la regeneración del tejido de la piel. Por esta razón, es una buena alternativa para curar quemaduras, raspones y cortaduras superficiales.
Adicionalmente, el aceite de lavanda puede ayudar a lograr una cicatrización más limpia, impidiendo la formación de queloides.
- Repelente contra insectos: además de ser excelente en el alivio de la comezón y la inflamación producto de picaduras de insectos, el aceite de lavanda es un gran repelente contra insectos. Muchos de los productos comerciales empleados como repelentes utilizan esta sustancia entre sus ingredientes activos.
Como tratamiento contra las picaduras, el aceite de lavanda no solamente ayuda a reducir el dolor asociado sino que, gracias a sus propiedades antisépticas, reduce las posibilidades una infección en la herida.
- Disminución de los síntomas de la ansiedad: aunque aún se están realizando investigaciones para entender el impacto del aceite de lavanda en la salud mental, los resultados preliminares han vinculado la inhalación de los vapores de lavanda con una reducción en la sensación de estrés y una mejoría en el estado de ánimo.
El uso regular de aceite de lavanda podría tener un impacto positivo en el tratamiento de trastornos ansioso-depresivos, así como en el alivio del estrés y la depresión postparto.
Riesgos y precauciones del uso de aceite de lavanda
El uso de aceite de lavanda es generalmente seguro. Contrario a otros aceites esenciales, su consumo directo no está contraindicado, aunque podría tener efectos adversos como dolores de cabeza, aumento del apetito y estreñimiento. Al ser aplicado tópicamente, el aceite de lavanda podría ser irritante o despertar alguna reacción alérgica.
Antes de empezar a utilizar aceite de lavanda se recomienda consultar con un especialista: algunas de las propiedades de esta sustancia podrían interactuar con algunos medicamentos. Se debe tener especial atención con fármacos relajantes del sistema nervioso central, ya que el aceite de lavanda podría potenciar sus efectos.
El uso de aceites esenciales en mujeres embarazadas, lactantes y menores de dos años no es recomendado. De igual manera, se recomienda suspender su uso al menos dos semanas antes de someterse a una intervención quirúrgica ya que podría afectar el funcionamiento del sistema nervioso.
Fuentes
- https://www.healthline.com/health/lavender-oil-for-skin#application
- https://www.verywellmind.com/lavender-for-less-anxiety-3571767
- https://www.newdirectionsaromatics.com/blog/products/all-about-lavender-oil.html
- https://www.webmd.com/vitamins/ai/ingredientmono-838/lavender
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3612440/
- https://www.medicalnewstoday.com/articles/265922.php